
Neocriollo 2003-2006 es una obra realizada por Mónica Girón, ella es patagónica por naturaleza, nacida en San Carlos de Bariloche, Río Negro. Mónica realiza esculturas en cera y otros materiales. Las obras de Girón muestra una cierta vuelta a lo primitivo, pero que no solamente hace referencia a los aborígenes de la zona, sino a nuestros orígenes como seres humanos, inmerso dentro de una civilización en evolución como es nuestro país.
El termino Neocriollo, si desdoblamos la palabra para buscar un significado, la separamos en dos: Neo que quiere nuevo o vuelta a lo anterior pero con una nueva mirada e incorporando lo aprehendido, Criollo, es lo nuestro lo autóctono, es la conjunción del indígena con el español, en tanto como raza y cultura. Son las primeras raíces que dieron fruto a una nueva comunidad, a nuestro país, “la Argentina”.
Es llamativo el material que usa para realizar la obra, como la cera; un elemento natural, de fácil acceso por cualquier comunidad, muy dúctil para trabajar a diferencia del mármol, del bronce, que clásicamente se ha realizado esculturas desde los griegos; parafina y resina de retama, mdf, metal y tela. Estos materiales nos remite en cierta forma, a las vanguardias de los años 20 y/o las neovanguardias de la posguerra, que miraron las culturas no occidentalizadas, buscando lo primero, lo primitivo en cuanto a evolución cultural, rechazando así el academicismo, a la industrialización y el capitalismo que nos llevó a dos guerras mundiales. Quizás aquí tenga otro significado, es una nueva mirada hacia nosotros mismos, rescatar lo autóctono y crear una cultura nueva, un lenguaje nuevo a la manera de Xul Solar, en donde simplifica y hace mas entendible el lenguaje a partir de la fonética, teniendo de base al español, portugués y algo de guaraní. Hay que tener en cuenta cuando la artista realizó esta obra, coincidió con el periodo posterior a la crisis económica de nuestro país, 2001. En el cual la mayoría de los argentinos se encontraban inmerso en una gran incertidumbre, tanto política, social y económica. Muchos migraron en busca de buena fortuna.
Si observamos la escultura , vemos un conjunto de hombres y mujeres y niños, unidos por una malla o red, o que están todos pegados entre, pero a su vez podemos notar que cada uno quiere separarse de la unidad. Es para ser rodeada como las esculturas barrocas. Nos muestra que todavía nos encontramos indiferenciados, en ese magma indiferenciado, en el uno primordial niztcheano, o quizás es la búsqueda de una identidad que no podemos lograr como pueblo, como nación. Siempre mirando hacia fuera, hacia los países del primer mundo, nunca lograremos este propósito. Es como si estuviéramos arrojados al mundo y no logramos ser en el mundo, el dasein. En cierta manera podemos plantear un cierto existencialismo semejante a los artistas europeos de la posguerra.

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